lunes, 7 de junio de 2010

Tabús y estereotipos sociales dominantes


Acosos y abusos sexuales son muchos de los tabús en el deporte femenino. No se escucha ni se ve cada día en las noticias pero es real y ocurre mas a menudo de lo que nos pensamos. El ultimo caso que se ha conocido(por poner un ejemplo) el entrenador ruso Leonid Okuniev decia a sus jugadoras "Serás titular si tenemos relaciones sexuales. Es mejor para el equipo, para una mayor compenetración". Una estadística nos muestra que son mas frecuentes los entrenadores que las entrenadoras.
También muchas veces hablando de deportes que compiten a nivel nacional, las jugadoras son engañadas, son fichajes de fuera, jóvenes que quieres tener un futuro en el deporte y son engañadas por los entrenadores. Les dicen que tendrán trabajo, la casa con los gastos pagado o les dicen que tendrán un sueldo al mes por jugar y al llegar allí se encuentran sin la mitad de lo que les han dicho, las explotan a entrenar y se encuentran que al acabar la temporada no les dejan ser fichadas por otros equipos. Estos casos se dan muy a menudo con deportistas extranjeras.





antiguamente, el estereotipo de la mujer la limitaba a determinadas modalidades deportivas consideradas femeninas, como la natación, el tenis o el golf. Los movimientos feministas promovieron la igualdad y, por ello, las mujeres tuvieron acceso a otros deportes y, así, asumieron roles con caracteres propios del género masculino, llegando a sufrir una discriminación social. La mujer no cumplía con el estereotipo femenino y las atletas eran tachadas de “marimachos”. En la actualidad, las mujeres de las sociedades desarrolladas practican cualquier modalidad deportiva sin que los estereotipos sociales sean un inconveniente social, aunque pueden llegar a serlo a nivel individual. Bajo el rol de deportista, sobre todo en lo que se refiere al deporte de alto nivel, la sociedad justifica que un atleta no cumpla con los estereotipos físicos preestablecidos, como una extremada delgadez en el caso de las gimnastas de rítmica o el exceso de musculatura de una haltera o lanzadora. De hecho, el estereotipo que marca cómo debe ser un cuerpo atlético -tanto masculino como femenino- cada vez se asocia más a la idea de salud.
En ocasiones, las atletas no pueden aguantar la presión social, sobre todo acentuada por los medios de comunicación, y su rendimiento deportivo se ve mermado por los estereotipos sociales. La malloria de las chicas jóvenes que practican deportes en los que se necesitan tener los músculos fuertes y fibrados, tienen un gran complejo con sus piernas, brazos etc.

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